Hola, ¿cómo estás? Una semana más, vuelvo a escribirte desde The Hidden Portal para compartir contigo todos esos secretos “escondidos a simple vista”.
En mi entrega anterior habíamos mencionado la importancia de la grasa en la dieta. El correo de hoy será mucho más práctico, ya que abordaremos lo que desde Guía de Suplementos nos gusta denominar “mentiras de la Nutrición”. Así que si eres un “escéptico de la Nutrición”, este correo te va a encantar. ¡Quédate conmigo y desmontemos las mentiras de la dieta una a una!
Un malentendido: Bebe tres (¡o cuatro, o cinco!) litros de agua al día.
¿Qué hay de cierto?
Sin duda alguna, el agua es esencial para la vida. Compone un 60 % de nuestro cuerpo y resulta imprescindible para mantener un rendimiento físico y mental adecuado.
La Organización Mundial de la Salud ha calculado que las mujeres necesitan un aporte de agua de 2,7 litros por día aproximadamente, mientras que los hombres deben tomar unos 3,7 litros diarios. Si sufres de “piedras” en el riñón o de “cistitis”, beber mucha agua puede ayudarte a prevenir la reaparición de estos problemas.
¿Cuál es el problema?
Al leer esto, puede que hayas pensado en el agua embotellada. Lo cierto es que los alimentos, las infusiones y la leche también “cuentan” para alcanzar ese aporte de agua recomendada. Si tomas sopas, comes frutas ricas en agua (como la sandía) o bebes una deliciosa infusión de té verde a lo largo de tu jornada, es posible que no necesites tomar una gran botella de varios litros de agua al día.
¿Es peligroso para mi salud?
Es muy poco probable que beber abundante agua a lo largo del día ponga en peligro tu salud. Afortunadamente, nuestros riñones son “unos expertos” a la hora de regular nuestros niveles de hidratación. El efecto secundario que probablemente “sufrirás” será un aumento de la frecuencia de tus visitas al baño.
Sin embargo, las personas que padezcan enfermedades crónicas (por ejemplo, ciertos tipos de fallo renal) podrían sufrir un desequilibrio electrolítico si beben demasiada agua en poco tiempo. El sodio, el potasio y otros micronutrientes importantes quedarían “disueltos” y no podrían llevar a cabo sus funciones, provocando mareos y confusión, entre otros síntomas.
¿Cuál es la verdad?
Toma el agua suficiente para evitar la deshidratación (algunos expertos dicen que este punto se alcanza cuando veas que tu orina se vuelve casi incolora). Recuerda que los alimentos y otras bebidas también contribuyen a la hidratación. Reparte las tomas de agua a lo largo del día y evita tomar varios litros de una sola vez.
Si eres una persona muy activa, padeces una enfermedad crónica o estás sometido a temperaturas extremas, la cantidad de agua recomendada puede variar. Consulta con tu médico para asegurarte.
- El agua es esencial para la vida y debes tomar una cantidad que se ajuste a tu sexo, tu nivel de actividad y tus condiciones de vida.
- Los alimentos y otras bebidas también influyen en tu ingesta de agua recomendada.
- Beber demasiada agua (varios litros) en un corto período de tiempo podría ser peligroso para las personas con ciertas enfermedades crónicas graves.
Es sorprendente que algo tan “conocido” como el agua guarde tantos secretos, ¿verdad? Me pregunto si eres de las personas que deberían hidratarse más o de aquellas que llevan una “botellita” a todas partes.
Te confieso que yo pertenezco al primer grupo. Estoy intentando mejorar mi aporte de líquidos, especialmente desde que he descubierto que el agua es imprescindible para mantener a raya la fatiga.
La próxima semana seguiremos desmintiendo mitos sobre la Nutrición. ¿Comes carbohidratos después de las seis de la tarde? ¿O los evitas por miedo a engordar? No te pierdas mi próxima entrega, revisaremos este tema con todo detalle.
¡Cuídate mucho!