Última actualización: 28. mayo 2020

¡Hola de nuevo!
Una semana más, contacto contigo para acercarte las valiosas claves para la vida de The Hidden Portal. En mi correo anterior nos habíamos adentrado en el mundo de las grasas, esas moléculas tan odiadas por algunos a pesar de su gran importancia.

Hoy vamos a entrar con más detalle en el análisis de esos tipos de grasa y clasificar a estas moléculas según sus efectos en nuestro cuerpo. ¿Estás preparado?

“Los buenos”: Grasas insaturadas

Las grasas insaturadas son moléculas generalmente líquidas (aceites) a temperatura ambiente. El aceite de oliva, los aguacates y la mayoría de los frutos secos son buenos ejemplos de fuentes de grasas insaturadas.

¿Realmente son “las buenas”? Se ha visto que al incorporar alimentos con grasas insaturadas a la dieta, el riesgo cardiovascular (la probabilidad de sufrir alguna enfermedad del corazón) disminuye. Por ese motivo, muchos expertos recomiendan incluir estas grasas en nuestra alimentación.

Consumo responsable. Estas grasas pueden ayudar a nuestra salud y disminuir nuestros niveles de colesterol si las consumimos dentro de los niveles recomendados (20 – 35 % de las calorías de la dieta). Si excedemos estos niveles, el gran aporte de calorías de estos nutrientes puede hacer que aumentemos de peso.

Los que “mejor de lejos”: Grasas saturadas

Las grasas saturadas son moléculas estables y sólidas a temperatura ambiente. Puedes encontrarlas en los alimentos de tipo animal, como los lácteos o la carne. Algunos frutos secos, como las nueces de Brasil, también son ricas en grasas saturadas.

¿Realmente son mejor en “pequeñas dosis”? Hace años, una serie de estudios señalaron a las grasas saturadas como las culpables del aumento de colesterol y de peso. Mucha gente corrió a desterrarlas de su dieta para prevenir las temibles enfermedades del corazón. Sin embargo, hoy en día los científicos comienzan a creer que estas grasas tienen cabida en una dieta saludable.

Consumo responsable. Evita el error más común que cometemos con estas grasas y no las sustituyas por azúcar refinado. Tu salud se beneficiará mucho más de un consumo moderado de estas grasas (no más del 10 % de las calorías de la dieta) siempre y cuando vengan de fuentes naturales (leche, carne fresca y frutos secos).

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“Los malos”: Grasas parcialmente hidrogenadas

Las grasas parcialmente hidrogenadas son productos muy utilizados en la industria de la alimentación. Cuando las grasas saturadas de origen animal (como la manteca) fueron etiquetadas como “malas para la salud”, los fabricantes de alimentos procesados buscaron una forma de estabilizar los aceites vegetales para crear cremas, rellenos de chocolate y pastas de sabores ¿El resultado? Una grasa “artificialmente sólida” perfecta para la fabricación de repostería.

¿Realmente son “las malas”? Sí. Actualmente, la gran mayoría de los expertos afirman que el consumo de grasas parcialmente hidrogenadas provoca un aumento del colesterol “malo” (LDL) y una elevación del riesgo de sufrir enfermedades a largo plazo. La Organización Mundial de la Salud se plantea prohibir estas “verdaderas villanas” para 2023.

Consumo responsable. Según los expertos, estas grasas no deberían superar el 1 % de las calorías de tu dieta. Se discute si las grasas totalmente hidrogenadas podrían resultar algo menos tóxicas, pero, por el momento, estarás más seguro evitando estas grasas artificiales. Sustituye la bollería industrial por productos artesanales o aún mejor, ¡por un puñado de frutos secos!

¡Recapitulemos! : Las grasas, ahora sin miedo

  • El 20 – 35 % de las calorías de tu dieta deben proceder de la grasa (saturada e insaturada). La grasa saturada no debe superar el 10 % de las calorías de la dieta.
  • Evita sustituir las necesarias grasas por otros compuestos menos saludables, como el azúcar refinado.
  • Tu médico podría variar los porcentajes de grasa de tu dieta momentáneamente dependiendo de tu estado de salud. En ese caso, ¡sigue sus recomendaciones!

¿Le has perdido el miedo a las grasas? Si no es así, te aconsejo que le eches un vistazo al estudio PREDIMED, un ensayo que demuestra que la salud de toda una población puede mejorar al añadir más grasas saludables en su dieta.

También puedes profundizar sobre las grasas saludables con nuestro artículo sobre los ácidos grasos omega-3.
Como siempre, no dejes de escribirme un email con tus preguntas. Te responderé encantada.

Ahora ya dispones de una buena base de conocimientos acerca del mundo de la alimentación. Pero deseo que puedas aplicarlos en tu día a día. Por eso, la próxima semana te hablaré de algunas “mentiras” de la Nutrición.

¿Harto de que te engañen? ¡Pues no te pierdas mi próximo correo!

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