Última actualización: 23. junio 2020

¡Hola de nuevo! ¿Qué tal estás? ¡Espero que fenomenal!

Como te comenté en mi anterior newsletter, hoy voy a revelarte algunas estrategias que puedes usar para que tus hijos sean seguros y tengan un alto nivel de autoestima.

Déjame comenzar por recordarte que la autoestima es el aprecio que una persona siente por sí misma. Según se tenga un alto o un bajo nivel de autoestima se tendrá un concepto positivo o negativo de sí mismo. Pero hay grados que van desde gustarte mucho como eres hasta gustarte muy poco.

En el caso de los niños, la autoestima puede verse como una fotografía que ellos toman de sí mismos. Y es posible que les guste cómo son y se sientan bien consigo mismos, o que rechacen lo que “ven” de ellos. En otras palabras, les puede agradar bastante o muy poco su propia “imagen”.

Pero no creas que me estoy refiriendo a la apariencia física. Aunque a un niño puede agradarle o disgustarle su propio aspecto, este no es un elemento determinante de una autoestima positiva. Realmente importa mucho más si un pequeño se siente amado, valorado y aceptado por sus padres y demás seres queridos.

Y me gustaría reiterarte que no necesariamente se tiene buena o mala autoestima. Generalmente, el concepto que un niño tiene de sí mismo puede enriquecerse a través de situaciones favorables o empobrecerse a causa de circunstancias y comentarios negativos.

Por esta razón, se suele hablar de niveles de autoestima ¡Y seguro que quieres que tus hijos tengan un nivel altísimo! Así que, por favor, presta atención.

A lo largo de la vida, las personas vamos grabando en nuestro cerebro y en nuestro ser aquellas palabras y frases que escuchamos. Asimismo, las experiencias que vivimos de pequeños marcan, en gran medida, lo que somos de adultos. Por eso, es muy importante que nos refiramos a nuestros hijos en, y con, los mejores términos.

Y es que, ocurre con bastante frecuencia que nuestros hijos se convierten en lo que les decimos que son. Por ejemplo, si un padre constantemente le dice a su pequeño que es “torpe”, aunque solo lo diga en momentos de rabia o cuando su hijo ha hecho algún “desastre”, el niño terminará por creérselo.

Eso, lamentablemente, afectará su seguridad y a su autoestima. Por tanto:

Fíjate en la manera como le hablas a tus hijos. ¿Eres respetuoso con ellos?

Elige muy bien los términos que usas para valorar lo que hacen. ¡No los desacredites!

Aunque los niños puedan, en muchas ocasiones, agotarnos la paciencia, no debemos gritarles ni, mucho menos, maltratarlos física ni psicológicamente.

No alcanzas a imaginar el daño y la profundidad de las huellas psicológicas que pueden quedar en un niño que no recibe un buen trato. Y esto puede marcarlo para toda la vida, si no él no sabe cómo sanar las situaciones negativas que le han afectado.

¿Has escuchado la frase “más vale prevenir que lamentar”? Pues si tus hijos aún son menores de edad y, especialmente, si se encuentran en la etapa de la primera infancia (de los 0 hasta los 8 años, según la OMS), estás a tiempo de ayudarlos a formar un excelente concepto de sí mismos.

Trata a tu hijo con ternura, utiliza palabras afectuosas y frases positivas, ¡incluso en el momento de corregirlo! No le digas: “¡es que todo lo haces mal!”. Dile: “sabes que puedes hacerlo mejor”. Y así, frente a cada situación. No te dejes llevar por la rabia, ¡comprende que un niño está descubriendo el mundo!

ALTERNATIVAS: Intenta, por un instante, recordar tu infancia. ¿Cómo te sentías cuando te hablaban mal o te pegaban? Pues ocurre exactamente igual con tus hijos. No pierdas el control de tus emociones. Cuenta hasta 10 -o más-, respira profundo y bebe agua.

Te digo otra cosa: aunque debes ser autoridad para tus hijos, dejando muy claras las reglas de casa, la violencia psicológica y física nunca han traído beneficios para los seres humanos y menos aún para quienes están en formación. Piensa que son como “masitas moldeables”, ¿qué concepto quieres forjar?

También intenta ver todas las cosas positivas que hay en tus pequeños. Piensa en esta máxima: “los hijos son el espejo, amplificado, de sus padres”. Pero ya hablaremos de ello en otro correo. Por ahora, céntrate en valorar a tus hijos y ayudarlos a que se valoren a sí mismos.

Y aquí te va la clave del día: “un niño con una autoestima positiva es un niño seguro”.

Bueno, ha llegado la hora de despedirme. Me ha encantado compartir contigo estas estrategias de crianza efectiva. Espero que hayas disfrutado leyendo mi correo y que te animes a poner en práctica todas las recomendaciones que te he dado.

Te dejo aquí un enlace que puede interesarte. ¡Anímate a compartir tiempo de calidad con tus hijos!

Y te adelanto algo… la próxima semana veremos qué dicen los psicólogos sobre las mentiras infantiles. ¡Ya quiero volver a escribirte!

¡Hasta pronto!

¿Por qué puedes confiar en mí?

Leave a reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Evaluaciones