Última actualización: 8. julio 2020

¡Hola nuevamente! El día de hoy, en The Hidden Portal te hablaré un poco sobre las emociones y las compras. ¿Alguna vez has visto un comercial y te ha hecho sentir una emoción fuerte y profunda? Esto se debe a que, en el marketing se ha descubierto que una manera efectiva de convencer a los clientes es mediante los sentimientos.

Aunque esto puede sonar “maquiavélico”, imagina como sería si únicamente compráramos lo “racional” y estrictamente necesario para “vivir”. Posiblemente, solo compraríamos comida, un poco de ropa y algunos elementos para nuestra vivienda. Esto sería parecido a regresar a la época de las cavernas. Por eso, comprar con emociones no está del todo mal.

En realidad lo que tenemos que hacer es evitar las compras impulsivas. Estas suceden cuando adquirimos algo que no necesitamos no planeábamos adquirirlo. No controlarlas nos puede generar algunos problemas:

  • Desviarte de lo que en verdad quieres: Por tener gastos repentinos no puedes ahorrar lo suficiente para comprar cosas o realizar los proyectos que consideras prioritarios.
  • Exceder tus ingresos: Esto puede ser muy dañino si cuentas con una tarjeta de crédito. En este caso no solo te endeudas, sino que te puedes estar apresurando a caer en una pesadilla financiera.

Existen varias formas en las que se compra impulsivamente. Detectar algunas de sus modalidades puede ayudarte a prevenirlas:

  • Gastos hormiga: Son compras de artículos cuyo precio es bajo. Pero debido a esto los compras recurrentemente. Eso hace que pronto gastes una gran parte de tus ingresos en ellos.
  • De ansiedad o pánico: Ante una mala noticia te diriges directo al supermercado y compras artículos “esenciales”. Por ejemplo, las compras de papel higiénico al inicio de alguna catástrofe natural.
  • Por Internet: Estás navegando y repentinamente aparece una tienda en línea. No necesitas nada, pero igual visitas el sitio. Cuando te das cuenta, ya has adquirido algo debido a lo fácil que es comprar con un solo clic.

Para prevenir los gastos impulsivos existen diversas técnicas de autocontrol. Algunas de las más populares son:

  • Planea tus compras: No se trata solo de ir al supermercado con una lista. También debes planear con tiempo compras mayores y de ocio. Por ejemplo, un nuevo sofá o televisor; incluso un nuevo automóvil.
  • No comprar si estás triste o feliz: Especialmente en esos momentos eres susceptible a ser influenciado. Por lo tanto, puedes creer que quieres algo que normalmente no comprarías.
  • Consultarlo con la almohada: ¿Recuerdas la regla de las 24 horas? Esto es muy similar: Debes tomar una siesta y después decidir si lo quieres comprar. Quizá después de dormir ni siquiera lo recuerdes.
  • Incluirlas en el presupuesto: A veces puede ser difícil dejar las compras impulsivas. Por eso, puedes incluirlas en tu presupuesto mensual. Esto es muy útil para reducirlas paulatinamente.
  • Ser cuidadoso con la tarjeta de crédito: Una tarjeta de crédito te abre muchas posibilidades. Sin embargo, parte de estas es alcanzar nuevos niveles de deuda. Si observas que tus compras impulsivas las realizas con tarjeta, limita su uso. Esto lo puedes lograr dejando tu tarjeta en casa.
  • Sal de compras con un amigo: Coméntale que solo vas a comprar lo planeado y que te recuerde esto cada vez que quieras comprar algo impulsivamente. Esto funciona muy bien para los gastos hormiga. Solo asegúrate de que tu amigo no es un comprador impulsivo.

Algo más que deberías de saber de las compras impulsivas es que estas son distintas de las compras compulsivas. Cuando alguien es un comprador compulsivo implica que realiza adquisiciones impulsivas recurrentes. En este caso puede requerir de atención especializada.

Tips para llevar:

  • Las compras impulsivas afectan a tus finanzas personales ‘absorbiendo’ tu presupuesto o endeudándote.
  • Los gastos hormiga, las compras de pánico y gastar repentinamente por Internet son ejemplos de algunas de las compras impulsivas más frecuentes.
  • Para reducir las compras impulsivas, debes recurrir al autocontrol, aunque a veces puedes pedir apoyo.
  • Las compras impulsivas y las compulsivas son distintas. Las segundas requieren un mayor cuidado.

Espero que estos consejos puedan ayudarte a mejorar tu salud financiera. En las próximas entradas te estaré platicando sobre los pros y contras del uso de la tarjeta de crédito, las de débito y el efectivo. ¡Hasta la próxima!

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