¡Bienvenido otra vez a The Hidden Portal! En nuestra última entrada platicamos sobre las compras impulsivas. Como recordarás, incluso cuando se compra impulsivamente, si únicamente gastas el dinero que tienes no puedes endeudarte. En ese contexto, el día de hoy te hablaré de las ventajas y desventajas que tiene usar el dinero que ya tienes: ya sea en efectivo o con una tarjeta de débito.
Antes de comenzar es necesario hacer una aclaración: No existe un mejor método de pago. Esto se debe a que todos los métodos tienen sus ventajas y desventajas. Elegir entre una tarjeta de crédito, una de débito y el efectivo, puede depender de:
- Tus hábitos de consumo
- La promoción vigente
- Si aceptan o no tarjetas
- Tu autocontrol
Con esto en mente, hoy te platicaré sobre los beneficios y riesgos de pagar con el dinero que tienes. Es decir: usar tarjeta de débito o el efectivo.
Pagar con efectivo:
La principal ventaja que tiene el efectivo sobre pagar con tarjeta –ya sea de crédito o de débito– es su aceptación en casi todos los comercios físicos. Y, aunque no puedes pagar directamente en línea con efectivo, sí puedes comprar tarjetas de recarga para realizar tus compras. Por ejemplo, un certificado de Amazon Cash.
Por otra parte, como lo mencionábamos al inicio: Si no tienes un buen autocontrol de tus finanzas, pagar con efectivo te ayuda a no exceder tu presupuesto. ¿Recuerdas el método de los sobres? Pues este método funciona a la perfección si tú prefieres tener tu dinero en efectivo. Este método te sirve distribuir tu dinero entre tus gastos presupuestados.
Sin embargo, a pesar de estas ventajas, tiene tres puntos débiles:
- Llevar el importe exacto o un poco más: Si sales de compras, incluso el presupuesto más calculador podría equivocarse un poco. Por lo que tienes dos opciones: arriesgarte a no poder pagar todo lo que llevabas al llegar a la caja, o tener que llevar más dinero de lo que originalmente planeabas. Adicionalmente, imagina lo impráctico de realizar una compra muy costosa con efectivo.
- Gastos hormigas: Supón que tienes antojo de algo de chocolate –que no tenías planeado comprar–. Pasas junto a una tienda y encuentras en tu bolso algunas monedas: suficientes para comprar una paleta de chocolate. Entras, la compras y la comes. Lo práctico del efectivo también se traduce en poder hacer gastos hormiga facilmente.
- Seguridad: Al ser físico, está expuesto a una gran cantidad de situaciones. Puede ser que se moje, queme, rompa, se pierda, o peor, te lo roben o sea falso. En cualquiera de estos casos no tiene respaldo alguno y simplemente habrás perdido tu dinero.
Tarjeta de débito:
Una tarjeta de débito te da acceso a los recursos que tienes en una cuenta bancaria. Esto tiene la ventaja de que no necesitas llevar el importe exacto para comprar, pues los fondos en tu cuenta generalmente son suficientes.
También te puede ayudar a la elaborar tu presupuesto mediante tu estado de cuenta o alguna aplicación móvil. Y puede abrirte las puertas para tramitar una tarjeta de crédito.
Además, debido a que las tarjetas cuentan con respaldo del banco, este te brinda seguridad ante muchos escenarios. Por ejemplo, aunque el banco o tu tarjeta se incendien tu dinero no correrá el mismo destino. Incluso, si reportas tu tarjeta por pérdida o por robo, el banco puede proteger tu dinero –solo toma en cuenta que debes reportar tan pronto como te des cuenta–.
No obstante también tienen desventajas:
- Tienen un límite en el retiro de efectivo desde un cajero automático.
- Puede cobrar cuotas o comisiones.
- Si eres un comprador impulsivo o compulsivo podrías acabarte fácilmente tu dinero.
Tips para llevar
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Como habrás visto, aunque el uso de una tarjeta de débito y el efectivo se parecen, también tienen varias diferencias. Recuerda que lo más importante es que identifiques aquella forma de pago que se adapte más a tus hábitos de consumo. Por eso, en nuestro próximo correo te platicaré un poco sobre las tarjetas de crédito. ¡Hasta la próxima!