Última actualización: 20. julio 2020

¡Hola! ¿Qué tal estás? ¡Espero que muy bien! Ya echaba de menos escribirte. ¿Te sirvió mi anterior newsletter sobre cómo fomentar valores en tus hijos? ¡Dime que sí!

Quiero que sepas que, para mí, en lo personal, este encuentro virtual siempre es una terapia. Creo que aprendemos en doble vía: mientras te hablo de mi experiencia, hago un repaso y… ¡Crecemos juntos!

Por eso, hoy vengo de nuevo desde The Hidden Portal, tal y como te prometí en mi anterior correo, para revelarte las claves de cómo sobrellevar los conflictos entre hermanos. ¡Vaya líos los que podemos llegar a presenciar entre nuestros hijos! ¿A que sí?

De modo que, no puedo negarte que nuestra charla de hoy es sobre una realidad complicada, ¡y muchas veces frustrante! A mí, personalmente, “me saca canas”. Y es que ver a nuestros hijos peleándose, en desacuerdos que se suben de tono, donde a veces hay presencia de golpes, ¡no es nada sencillo!

Pero, aunque estas situaciones nos suelen confundir, debo decirte que forman parte de sus procesos de maduración. Créeme, ¡lo he vivido!

Y, ¿cómo vas tú con esta espinosa cuestión? Ya sabes que cuando se tiene un hijo único no hay problemas de este tipo. Pero, cuando llegan los hermanos, el hijo mayor empieza a ver peligrar su “reinado”: ya no es el centro del mundo. ¡Y aquí comienza un camino lleno de aprendizajes!

Te invito a que entremos con más detalle en el mundo de los conflictos entre hermanos. Te daré algunas pistas que podrán ayudarte a sobrellevar más tranquilamente estos momentos de alta tensión:

    • ¿Por qué se genera un conflicto entre hermanos? Sabemos que los motivos son casi infinitos: Porque están buscando tener el poder, porque sienten envidia de lo que tiene el otro, por llamar tu atención como papá o mamá, por cansancio, por su propia inmadurez, entre otros.
    • ¿Podemos evitar los conflictos entre hermanos? Pues, creo que ya sabes cuál es la respuesta: tanto así como evitarlos, tal vez no. Como habrás visto, un conflicto salta por cualquier detonante. Lo que sí podemos hacer es enseñarles a valorar al otro, a no hacerle daño y a no agredirlo… Sí, podemos sembrarles criterios de paz.
    • ¿Cuál es la solución para que nuestros hijos no discutan? ¿Verdad que desearíamos tener una varita mágica para lograrlo? Pero en el mundo real, te cuento que como mamá uso algunas herramientas, espero te ayuden: Solicitar la versión de cada hijo, hacerles preguntas para que piensen y se escuchen, invitarlos a mirarse a los ojos y a pedirse perdón mutuamente.

Estoy convencida de que, cuanto más tiempo pasan juntos nuestros hijos, más fortalecen su relación de hermanos. Pero, al mismo tiempo, se agudizan las tensiones y los conflictos entre ellos. ¡Y esto es normal! Así que, debemos insistir en el buen trato y dejarles claro que, ¡no vale la pena pelearse!

Si tienes varios hijos, seguro habrás presenciado muchas veces enfados, gritos o, incluso, tirones de pelo y más. ¿Verdad que esto nos saca de quicio? ¡Pero tenemos que mantener la calma y actuar con cabeza fría!

Ahora, dime, ¿tú crees que hay conflictos positivos? ¡Yo pienso igual! Son positivos si nos ayudan a encontrar respuestas y a avanzar. Voy a darte tres ejemplos:

    1. ¡Conflicto por quién llega primero! Cuando aparezca esta situación, mírala como una oportunidad para enseñarles que entre hermanos no se compite. Es una llamada a la cooperación y a reconocerse como hermanos, ¡no como rivales!
    2. ¡Conflicto por tomar el postre más grande! Si ocurre esto entre tus hijos, tómalo como una ocasión para enseñarles el valor de querer lo mejor para el hermano, de no pensar solo en sí mismos.
    3. ¡Conflicto por hablar “encima” del otro! Cuando pase esto, entiéndelo como una oportunidad para enseñarles a respetar el turno, a dar la palabra a los demás y a escuchar al otro.

Te invito a que hagamos un clic en nuestra mente y pasemos del problema a la oportunidad. Sí, ya lo sé, ¡no es para nada sencillo! Lo he vivido en carne propia. Pero créeme que es emocionante ver los frutos.

Así que, te repito, los conflictos entre hermanos creo que no desaparecerán. ¿No has oído decir que: “donde haya dos seres humanos, habrá conflicto”? Pero, la clave del asunto es que tratemos de ver siempre el conflicto como una oportunidad educativa. ¡Esa es tu labor y la mía!

Bueno, me encantó compartir estos minutos contigo. Volveré pronto a tu correo, así que intenta no perderte la newsletter que estoy preparando para ti.

Ah, casi lo olvido… Aquí te dejo un enlace sobre un juego de mesa clásico con el que podrás ejercitar en tus hijos la paciencia y el trabajo en equipo. ¡Anímate a echarle un vistazo!

¡Hasta pronto!

¿Por qué puedes confiar en mí?

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